martes, 16 de agosto de 2016

Despertar de la madriguera y despejarse de ese sueño.

Hace  mucho que no me enfrento al blanco. Demasiado. Parece que he perdido el enlace mente- dedos. Quizás se pelearon y hace poco han hecho las paces.
Si es así me alegro. Hacía tiempo que no miraba dentro de mis entrañas, donde soy quién soy sin tener que ser quien quieren que sea. Sentar mis dedos a (exteriorizar) mis pensamientos. Perdida en un camino de corazones y flores, enredada en abrazos y besos, deseando ver la oscuridad que había olvidado.

Demasiada luz ciega. Demasiado amor desamora.

Echaba de menos esas horas escuchando mi mente y creando párrafos a través de sus reacciones. Horas de constantes idas y venidas, de borrones. De sorprenderme en palabras y sentirme en frases. De ser y dejar ver.  Conectando con los cuatro elementos. Un suspiro en letras

Realidades.

Quizás la in-dependencia necesitaba un capítulo entero para ella. Mi total atención. Y ahora, una vez asentada deja hueco a mis fantasmas del pasado para adentrarme en mi otra vez. Volver a lo que fue en una versión 2.0.

 Despertar de la madriguera y despejarse de ese sueño. 



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